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domingo, 24 de julio de 2011

Librum Domus Et Mortis (Necronomicon)

El “necronomicon ex mortis” es un libro escrito por Howard Phillips Lovecraft, y es una invención suya extraída de un sueño que tuvo, así mismo necronomicon es una conjunción de varias palabras árabes que vendría a significar “la sabiduría de las estrellas muertas”.
El libro es una serie de normas de cómo se debe comportar un muerto y una serie de rituales de invocación a los muertos. Así mismo, esta escrito con sangre y las hojas son de piel humana, redactado por la propia mano del Diablo.
Cualquier persona no iniciada que leyese el libro sufriría locura y al final una muerte horrible.

Películas que hacen referencia a este libro son muchas pero yo destaco solo estas dos:
                -The Evil Dead
                -El Ejercito De Las Tinieblas.

Porque suelto este rollo, en un blog dedicado a los abandonos, muy simple hace unos días fui a una casa abandonada y adivinar que había en ella.
Una reproducción del libro descrito arriba, pero una reproducción en yeso que adornaba la chimenea, o eso fue lo que relaciono mi imaginación y rescato el recuerdo del libro, precisamente de las películas que ya he mencionado. Ahora solo queda disfrutar de las fotos,.... y que no tengáis pesadillas.



 Después de ver el libro en la chimenea ya todo me parecía poco





El lugar donde descansa el maldito libro de los muertos.






















 No se si esta debe ser la barca de Caronte, pero chula si es.



Despues de cojer la barca de Caronte, entramos en el Inframundo.





 Al final de la escalera, nos sentimos viguilados por la maligna mirada de Gargolas y Arpias.













 



non spectant ad mortuos, quia non expectant te.
(No busques a los muertos porque ellos no te buscan a tí).
 

miércoles, 20 de julio de 2011

La Gran Mansión

Mansión vieja y abandonada, 
que tus salones están llenos de vacío,
y tus bodegas abunda de polvo.

Quién antaño bajaba por tus peldaños, a los salones?
Que contenían tus toneles, barriles y tinas?
Que con tanto celo en tus bodegas escondías.
Y en tus muros al Amo, separabas del obrero,
cuando el patrón seguro en tu sala de juegos
la plata y el oro juntaba.

Enorme cocina de ricas viandas surtida,
ahora aun en tu ruina,
el aroma de manjares todavía predomina.